El espectáculo

Los espectáculos tenían lugar delante de los templos, en un escenario improvisado para la ocasión.

Estos se representaban en teatrillos hechos madera de alcanforero ricamente esculpidos y cubiertos de ojas de oro.

Estos reflejaban de manera resplandeciente la arquitectura de los templos, con sus columnatas de dragones, con sus pequeños escudos representando una multitud de personajes o de animales, símbolos de épocas de fasto y de buenos augurios.

El espectáculo duraba cuatro horas y estaba dividido en dos partes : de 3 a 5 de la tarde y de 7 a 9 de la noche. Éste solía empezar con una obrita propiciatoria, la Reunión de los tres Inmortales (San Xian Hui).

El espectáculo estaba destinado a las divinidades.

El público, en el caso de que lo hubiese, no pagaba para verlo. A menudo, debajo de la escena, algunos vendedores de sopas y otros comerciantes ambulantes se instalaban en el lugar aprovechando la afluencia.

No existía ningún espacio simbólico que delimitase el espacio teatral y, en el templo, la vida seguía su curso durante la representación.